jueves, 4 de noviembre de 2010

Belleza y felicidad (o The beauty and the best)

¿Saben qué es hermoso?


Tomar vino (preferiblemente malbec; y nada de una copa… no, ¡media botella!). Mirar mis fotos amateurs de mis amigos y los lugares que recorrí, los momentos en que tomé esas fotos; estar pensando en cómo estará fulanito y que aparezca, recibir flores de mis alumnos; lo mejor es cuando, finalizando la clase -cuando ya están todos exhaustos a las 9.15 de la noche de viernes-, les sale hablar fluidamente ¡y aplicando lo nuevo! Eso es la gloria absoluta (después de eso celebro con vino, claro).

Ver películas de Disney, de Francella y Disi; y voy a decirlo: aunque muchos desconozcan… ¡El Show de La Tarde con Marley y Florencia Peña! Era fabuloso (hoy vi un clip en youtube y no podía parar de llorar de la risa)… estirar el cachete a mi hermano (perdón pero lo disfruto mucho), a mi perro… ¡cómo amo a Arturo! Pasear en el auto con mi hermano, aunque muchas veces discutamos; que me hinche las pelotas para jugar al ping-pong… la verdad es que a veces me gusta que la gente me moleste, que se ría de mí… me encanta hacer reír a otros; ¡incluso cuando me enojo! Siempre entre mis “insultos” tiro algún chiste o aludo a algo gracioso. A veces también me gusta estar triste, debo confesar; porque sé que estoy. Más me gustan los días en que de hecho quiero despertarme (¡no pasa tan seguido!), igual. Esos días altamente enérgicos, que no paro de hacer cosas, me encanta estar a las corridas aunque putee incesantemente, ¡mentira! Lo disfrutoooo, ¡casi tanto como disfruto de quejarme! Jajaja.

Amo a mis amigos, lo digo muy poco, pero es así. Los amo porque son gente que habla con respeto, generosa, arriesgada, bien intencionados, celebran los triunfos y se fuman mi mal humor cuando estoy para atrás. Nada mejor que los kioskeros que dan monedas, los taxistas que dan cambio, la gente que quizás no conocés y te da cambio, la gente que te ayuda en la calle cuando estás más perdido que turco en la neblina, los buenos profesores, las recepcionistas buena onda, los vendedores que sonríen; en fin, ¡gente que te hace la vida menos estresante! La gente que no grita cuando habla, que sonríe, los que quieren compartir experiencias, los que siempre tienen ganas de hacer cosas (no es mi caso), los que hablan bien de otras personas, los que se quejan pero de una manera divertida, los que se ríen de sí mismos, que no se toman tan en serio, la gente creativa, curiosa, la que se comunica bien, la gente que sabe cuando callarse, los que tratan con cuidado, los que se preocupan, los que se ocupan, la que no es pretenciosa, que se muestra como es, genuina… con esos me da gusto pasar el tiempo y crear momentos.

¿Saben qué nuevo fetiche descubrí? Elgourmet.com. ¡Es todo! Amo la comida, y hay chefs muy copados: el chileno que recorre Escocia e Irlanda probando Whiskys (no me gusta el whisky pero ¡me dan ganas de darle otra chance!), la chica de Rico & Liviano, Fernando Trocca y su idola amiga, la Fontán; y lo mejor para el final: ¡Olivier y Bruno! Con cualquier cosa que dijera me quedaría corta, dejémoslo en “¡cómo me divierten y que hermoso acento!…y la comida, bueh, ni hablar”. Aprendí, a raíz de este hallazgo, que puedo cocinar algo aparte de brownies! Y que me encanta cocinar. ¿Quién lo hubiera dicho? Pero no me gusta cocinar para mí, me aburre, me encanta que mis amigos sean mis conejillos de indias y prueben las recetas y tips que adopté. ¿Qué hay mejor que una buena comida bien acompañado (con vino, claro ;))?

Hablando de comida y buena compañia, amo los jueves en la casa de mi abuela, y amo a mi familia. Aunque a veces reniegue, me queje, me embole; sepan que sé que son lo mejor que puedo pedir (ok y acá me estoy emocionando, qué onda...), los admiro y adoro.
¿Qué más? Salir los días de lluvia, quedarme en casa todo un día por lo menos, coparme con una canción y escucharla ad infinitum por días enteros (o semanas… ha pasado), planear viajes, viajar, ir al aeropuerto (pero no a despedir a nadie, por favor), hace la valija, ¡deshacer la valija!, dejarse maravillar, pensar que uno tiene todo el tiempo del mundo, salir a la noche con amigos… la noche: un capítulo aparte.

La noche siempre tuvo un atractivo especial: todos duermen, es silenciosa, oscura… eso la hace hermosa… y propicia. De noche estudio, leo, escribo, o simplemente me fumo un cigarrillo en el balcón, se me ocurren las mejores ideas, he pasado excelentes momentos que luego la mañana arruina, es fresca, implica una renovación, tiene hasta rico olor. Se conocen personajes nuevos y muy distintos. La noche y yo nos queremos mucho.

¿Otro capítulo aparte? El Arte. Y la Historia. Mis primeros amores: no me pregunten por qué, pero puedo leer sobre eso por horas; tengo los mejores recuerdos de mis momentos más nerd en la biblioteca de Madrid estudiando horas (y de mi recreo que me tomaba con mi café y pepito, ¡ñam!). El arte y la historia son algo perenne, que siempre van a estar ahí. Y siempre van a ser bellos porque siempre podrán ser reinterpretados y vistos desde otra perspectiva.

El olor a Villa Gesell, el olor a pasto recién cortado, o ese olor a whisky y sudor que emanan ciertos hombres… (Suspiro)… ¡los hombres!, he sido catalogada hasta de misógina (no lo soy) por mi amor a ellos, y, de nuevo, no importa cuanto me enoje o me queje o putee; me encantan. El olor a comida que viene de la casa de los vecinos, el olor a comida de mi abuela, a mis vegetales salteados (aunque no sé si son tan buenos, ojo), ¡a vino!, Arturo recién bañado, libros viejos, el aroma que sale de las lavanderías…

Sentir la ropa recién lavada sobre el cuerpo, me encanta el sonido de las tijeras cortando papel, el sonido del silencio (como dijeron Simon & Garfunkel), dormir bien calentita y aplastada por frazadas.

Y muchas cosas más. Ah, sí, para que no digan que me hice la tonta… amo los extranjeros, lo dije. Amo su apertura mental (claro, siempre hay alguno que escapa a la regla, eh!), que estén relajados, disfrutando, eso en general quiere decir que están sonrientes y de buen humor; y que estén en Argentina o en donde sea también que son gente curiosa y con iniciativa.

Un beso afectuoso.

9 comentarios:

  1. ¿Qué de esto que dije no es bueno?
    un beso afectuoso msd, me gustaría saber quién sos, pero gracias por tu comentario.

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  2. hermoso lo que escribiste!
    Te quiero mucho!

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  3. jajajajaja para yo tb amo el vino, dormir aplastada x una frazada y el olor a libro viejo, ademas de los lentes de contacto, las peliculas viejas de amor inglesas, amo a los ingleses, las papas fritas saborizadas de jaman serrano, boluda AMAMOS LOS OCHENTAS!!, amo ser una buscadora de conincidencias jajaj, amo a gabriel byrne, amo las voces graves sobretodo en cantantes masculinos jejej los musicos, los cocineros, los abrazos, la gente con paciencia y generosa, la gente sabia culta, bueno ya puse mucho, q lindoooo, te quiero, muaz

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  4. coincido respecto de la gente que se ríe de sí misma, qué buena manera de encarar la vida... me encanta ser gastado por mis amigos, de hecho, jaja me acabo de dar cuenta, y por qué la coupé 1500 es un espacio de reflexión y charla profunda?? si es re ruidosa!! jaja en fin, comparto... Beso!!

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  5. Anette, muchas de las cosas que escribiste las vivi en vivo y en directo y tambien las comparti. Por esas cosas que te gustan, que nos gustan, brindo con vino (tinto para mi, claro) aunque este tomando antibioticos... y me hace bien y feliz haberte conocido y tenerte presente en mis pensamientos y saber que sos una linda persona... Que cheesy! Bueno querida, un gusto leer tu blog. Un abrazo, Laura.

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  6. amo el olor a humedad y humo del stano donde toque por primera vez delante de 5 personas que nunca se enteraron...

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  7. Otro fabuloso post!

    Con una copita de vino en la mano, voy a brindar por las coincidencias...

    El show de la tarde, elgourmet tv, escuchar ad infinitum un tema, la noche, la Historia, la gente que no se toma demasiado en serio, el olor a libro viejo y meter un chiste entre los insultos.

    Agregaría a la lista: el chocolate, la menta granizada y un buen par de tetas.
    Un abrazo.

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