“Arte Decorativo”… decir que es decorativo en cierto sentido es aclarar que no es arte-arte, ¿no?
El arte decorativo pasa en cierta medida a ser un arte “secundario”. Puede ser. Puede que no tenga aspiraciones concientizantes, ni revolucionarias, invocadoras, integracionales, políticas… ¿no?
Si no me creen, piensen en Henry Van de Velde; pintor divisionista Holandés que fue llamado para iniciar la Grand-Ducal School of Arts and Crafts en Weimar (predecesora de la Bauhausschool); o a Walter Gropius, quien dirigió la Bauhaus luego de la primera Guerra Mundial. ¡Pregúntenle si el arte decorativo no era arte a los antiguos egipcios! Y por último, a ustedes mismos: ¿Qué ponen en su casa para que los acompañe y rodee todos los días? Si, claro, el arte decorativo es un arte “menor”…
Llegué al Museo de Arte Decorativo esperando ver la muestra de cerámica sueca de los ’50. Pensé que cerraba mañana porque la habían estirado (a mi entender) un mes más. Otra vez, mis cuelgues me jugaron una mala pasada: ya no estaba. En su lugar, estaba la muestra de acroteras griegas del siglo XIX.
¡¿Qué (insertar adjetivo DEScalificativo favorito) es una acrotera?!
Pero me mandé igual: ya estaba ahí y hoy era día de pase libre (igual, la entrada no es cara, vayan).
Si vieron fotos o dibujos de antiguos templos griegos no les costará ubicarlas. Pero las expuestas, como ya dije; son del siglo XIX (algunas de principios del XX hay también)… ¿por qué vuelven las acróteras? Pues no olvidemos que los griegos estuvieron sometidos al imperio Otomano hasta, “coincidentemente” 1829. No que Grecia se liberara del todo de estar dominada, ya que su independencia se declaró bajo la “protección” de Gran Bretaña, Francia y Rusia. Pero no importa, para el momento era una buena noticia: ¡no más otomanos! Era hora de volver a las raíces.
Era hora de recuperar la idiosincracia; y cómo hacerlo mejor que tomando los elementos de ese pasado gigante y adueñándose de él. Lejos estaban de Pericles y Policleto los griegos del siglo XIX, pero aún así, pretendían estar más cerca de ellos que de los otomanos.
Bien por ellos, por Tsitouras (arquitecto ateniense , restaurador, coleccionista), dueño de esta colección; y por el museo, que nos trae estos “recordatorios” tan hermosos.
PD: Querría llamar la atención del señor alberto Bellucci, buen director del museo, y decirle que, aparentemente, acroteras se escribe sin tilde. Supongo que están aceptadas ambas acepciones, pero si busco la palabra en la RAE para ver si existe para chequear en un juego de scrabble, la encontraría sin tilde…
Pueden chequear la muestra hasta octubre en el Museo Nacional de Arte Decorativo: Av. del Libertador 1902, Buenos aires; de martes a domingos de 14.00 a 19.00 h.
El arte decorativo pasa en cierta medida a ser un arte “secundario”. Puede ser. Puede que no tenga aspiraciones concientizantes, ni revolucionarias, invocadoras, integracionales, políticas… ¿no?
Si no me creen, piensen en Henry Van de Velde; pintor divisionista Holandés que fue llamado para iniciar la Grand-Ducal School of Arts and Crafts en Weimar (predecesora de la Bauhausschool); o a Walter Gropius, quien dirigió la Bauhaus luego de la primera Guerra Mundial. ¡Pregúntenle si el arte decorativo no era arte a los antiguos egipcios! Y por último, a ustedes mismos: ¿Qué ponen en su casa para que los acompañe y rodee todos los días? Si, claro, el arte decorativo es un arte “menor”…
Llegué al Museo de Arte Decorativo esperando ver la muestra de cerámica sueca de los ’50. Pensé que cerraba mañana porque la habían estirado (a mi entender) un mes más. Otra vez, mis cuelgues me jugaron una mala pasada: ya no estaba. En su lugar, estaba la muestra de acroteras griegas del siglo XIX.
¡¿Qué (insertar adjetivo DEScalificativo favorito) es una acrotera?!
Pero me mandé igual: ya estaba ahí y hoy era día de pase libre (igual, la entrada no es cara, vayan).
Allí estaban; exquisitamente expuestas en la sala del subsuelo (que está renovada, no me había enterado): Palmetas, dioses, más vegetales y más palmetas. Al entrar, nos recibe una gigantografía de un techo decorado con las susodichas, y ahí uno se da cuenta de qué está mirando y porqué está expuesto. Esta es la primera vez que esta colección de acroteras se expone en este lado del charco y ojalá se repita en muchos otros. Son elementos que uno desearía encontrar curioseando por San Telmo, esos hallazgos simpáticos que después de investigar un poquito, vienen con carga.acrotera.
(Delfr.acrotère).
1. f. Arq. Cada uno de los pedestales que sirven de remate en los frontones, y sobre los cuales suelen colocarse estatuas, macetones u otros adornos.
2. f. Arq. Remate adornado de los ángulos de los frontones, y, por ext., cruz que remata en muchas iglesias el piñón o la bóveda del crucero.
Si vieron fotos o dibujos de antiguos templos griegos no les costará ubicarlas. Pero las expuestas, como ya dije; son del siglo XIX (algunas de principios del XX hay también)… ¿por qué vuelven las acróteras? Pues no olvidemos que los griegos estuvieron sometidos al imperio Otomano hasta, “coincidentemente” 1829. No que Grecia se liberara del todo de estar dominada, ya que su independencia se declaró bajo la “protección” de Gran Bretaña, Francia y Rusia. Pero no importa, para el momento era una buena noticia: ¡no más otomanos! Era hora de volver a las raíces.
Era hora de recuperar la idiosincracia; y cómo hacerlo mejor que tomando los elementos de ese pasado gigante y adueñándose de él. Lejos estaban de Pericles y Policleto los griegos del siglo XIX, pero aún así, pretendían estar más cerca de ellos que de los otomanos.
Bien por ellos, por Tsitouras (arquitecto ateniense , restaurador, coleccionista), dueño de esta colección; y por el museo, que nos trae estos “recordatorios” tan hermosos.
PD: Querría llamar la atención del señor alberto Bellucci, buen director del museo, y decirle que, aparentemente, acroteras se escribe sin tilde. Supongo que están aceptadas ambas acepciones, pero si busco la palabra en la RAE para ver si existe para chequear en un juego de scrabble, la encontraría sin tilde…
Pueden chequear la muestra hasta octubre en el Museo Nacional de Arte Decorativo: Av. del Libertador 1902, Buenos aires; de martes a domingos de 14.00 a 19.00 h.